"Amor mío, amor mío.

Y la palabra suena en el vacío. Y se está solo".

Vicente Aleixandre.

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domingo, 30 de septiembre de 2012

Hay cosas que debo decir...


He pensado mucho en cómo evitar escribir de la forma en que lo hago, simplificar cuando es dolor o tristeza lo que siento, pero me es imposible, este blog no está hecho para maquillar la verdad. Desde que lo empecé he dejado gran parte de mi vida en él, puede que suavice, que coloree, que diseñe un poco el contenido, pero la verdad sigue ahí... inmutable.

He escrito infinidad de cosas, algunas de ellas nunca verán la luz, muchas de ellas al amor, a la vida, reflexiones extraídas de alguna noche de insomnio, pero cuando alguna adversidad o sencillamente un pequeño bajón me azota o me zarandea tan fuerte que me cuesta mantenerme en pie, mis letras lo notan, no se callan, pero se tambalean y ese es el tributo que debo pagar...


Este espacio no tiene un gran diseño, ni un gran colorido en imágenes, no pretende tener una cantidad forzada de amigos, ni siquiera aspira a que nadie deje comentarios, este espacio es mi amigo íntimo, ese cómplice que me ayuda a conocerme, ese pergamino de sensaciones o simplemente ese otro yo que a veces soy incapaz de comprender.


Ocurre que cuando mis textos son desgarradores o derraman un cierto airé melancólico, me lleno de una sensación poco agradable, y los guardo en borrador ya que me preocupa el hecho de que un día alguien los analice y se preocupe demasiado... ¡Soy yo! Y seguiré siendo yo, unos días mejor y otros peor, pero no pretenda nadie que siga siempre en la misma línea porque entonces la verdad quedaría fuera de juego.


Llegarán mejores tiempos, escribiré desde la serenidad más absoluta, o posiblemente ponga tierra por medio, muchas veces lo he hecho, añadiendo poesías de grandes poetas, mientras tanto todo se calma, o no, pero hago lo que puedo para no alargar demasiado este pequeño desequilibrio y no inundaros con mi falta de lucidez. Con todo esto quiero deciros que lo leáis  tan solo eso, y ya volverá a amanecer.


Nunca he cerrado el espacio, no al menos por un largo tiempo, sí que es cierto que últimamente me ha pasado por la cabeza, pero también lo necesito egoístamente, pues es lo único que me da fuerzas y gracias a él puedo seguir aquí... desnudando mi alma, describiendo mis vivencias.


Entrad y pasead con la misma impresión de cuando llegasteis por primera vez, solo son textos que me ayudan a sobrevivir y a superar ciertos episodios... solo son palabras descorchadas que salen y se evaporan en el mismo instante en que vosotros, mi queridos amigos, las hayáis leído.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Nada nuevo bajo el sol



Tras unas semanas fuera, a mi vuelta he tenido la sensación de haber estado suspendida en el aire, ajena al mundo, ausente de su inflexible, ruidosa e inexorable rueda, necesitando exilio. Al posarme de nuevo sobre esta vida, que ha seguido transcurriendo sin mí, he percibido efectivamente que nada había cambiado, que todo seguía en su lugar y en cierto modo esto me ha hecho feliz. Casi he sonreído al comprobar que la cotidianidad de nuevo me envolvía, pues a pesar de esa multitud de pequeños acontecimientos encontrados ,tabla rasa como la corteza terrestre sobre la faz del mundo. Todo huele, suena y viste igual, o tal vez es que necesite sentirlo así.

Acaso, eso sí, unos cuantos, bastantes, sueños renovados, rescatados; y otros tantos, los precisos, pensamientos atrapados y enviados a algún lugar donde no los encuentre nadie. Hasta me han salido al encuentro las lluvias, ese ambiente húmedo con olor a tierra mojada, que tanto me enternece; aun en tiempos de sequía la he sentido, esa tenue luz de las opacas tardes de tormenta, que siempre me ha llenado de quietud; esa serenidad de las aciagas horas escuchando la música de las gotas de agua en el cristal, que tantos recuerdos me despierta. Unas metas alcanzadas, algunas, otras aun por alcanzar. Y he sentido, una vez más, que el otoño se deslizaba subrepticiamente bajo los últimos días del estío para hacer notar su presencia, recordándome que aún sigo aquí, que aún es tiempo de disfrutar esta vida que transcurre...

Que inevitablemente siempre transcurre…