Casi
30 millones de europeos sufren depresión en algún momento de su vida. La Organización
Mundial de la Salud ha catalogado a este “trastorno del afecto” como la segunda
causa de incapacidad en el mundo, y calculan que para 2030 podría llegar a ser
la primera. En España, los casos de depresión, han aumentado un 19%
desde que comenzó la crisis, la ansiedad un 8,5% y los
problemas relacionados con el abuso del alcohol casi un 5%.
Cuando
sólo queremos estar tirados en el sofá, dormir y no hacer nada, podemos decir
que estamos, al menos, iniciando el camino hacia una depresión, sí, pero no
sólo, en ocasiones, su inicio aparece enmascarado en síntomas tan comunes como:
frecuentes dolores de cabeza, dificultades
para conciliar el sueño o para mantenerlo, continua irritabilidad, algún malestar
difuso que no se corresponden con síntomas físicos, comer mucho o sentir una
falta total de apetito, una excesiva preocupación por la salud física o
convencerse del padecimiento de numerosas enfermedades, y algunos otros.
Estos
síntomas pueden estar causados por la depresión que se está manifestando de una
manera encubierta. Conocer sus causas y saber distinguir su sintomatología
permite pedir ayuda a tiempo y poder organizar un tratamiento eficaz para
lograr la cura en un breve lapso de tiempo. Llegados a este punto, considero
necesario insistir en que la depresión se cura, en general, en un breve tiempo
con una atención especializada. Por el contrario, sin
tratamiento los síntomas pueden durar meses, años y aún agravarse seriamente y
llevar incluso a tentativas de suicidio.
Todos
hemos escuchado alguna vez: "estoy deprimido" o "tengo la
depre", son frases que se pronuncian al azar con demasiada frecuencia para
hacer alusión a una sensación de tristeza o desilusión. Pero lejos de ser un
simple bajón en el estado de ánimo, la depresión es una alteración de las
emociones en la que confluyen muchos síntomas que deterioran notablemente nuestra
calidad de vida. La depresión es más, mucho más, los expertos dicen que abarca
más de veinte síntomas y que pueden presentarse de forma leve, moderada o
severa.
Se
dice que es más común en las mujeres, pero ¿es cierto? y ¿por qué? Sobre esto, está
confirmado que en la adolescencia y antes de los 65 años sí tiene mayor
prevalencia en las mujeres, sin que se conozca la causa exacta, aunque también
esto puede ser simplemente porque somos nosotras las que más lo consultamos, de
hecho, los hombres registran mayores índices de suicidio, (lo que suele
corresponder con personas con depresiones no controladas, que nunca pasaron por
una consulta para informarse).
Hoy
en día se considera una enfermedad tan importante, porque puede llegar a
alterar el funcionamiento del corazón, el páncreas y la tiroides. Por
eso la familia, y añado yo, el entorno (amigos, compañeros…), es un modelo de
apoyo que debe velar porque el paciente coma y duerma bien, incluso muchas
veces debe asumir incluso el papel de psicoterapeuta para concienciar al
paciente de que la manera en que está viviendo no es la más adecuada, o
señalándole, por ejemplo, que está progresando.
Soy consciente de que hablar, o escribir aquí,
resulta sencillo, qué no tiene nada que ver con la lucha diaria que hay que
llevar a cabo para abandonar “la nube negra” que es la depresión, pero aún
difícil, es posible. Much@s
lo hacemos cada día. Yo
misma lucho a brazo partido cada mañana de cada día para salir del pozo, por
eso sé bien de qué te hablo amig@… Por eso, ante la
depresión ¡actúa! Aprende a expresar
la ira hacia el exterior, no la retengas; busca, y sobre todo encuentra,
espacios personales para tu autosatisfacción; deja de acusar a los
acontecimientos externos y toma consciencia de lo que te sucede; trata de
aceptar y experimentar aquello que la vida te pone delante y lucha, siempre
lucha, recuerda que todo tiene un final, incluso esto; y reconcíliate con tu
cuerpo y tu alma para empezar a vivir de nuevo.