Si efectivamente eso es lo que nos hace falta darnos un abrazo de despedida en donde cada uno pueda sentir la fragilidad y el estremecimiento de cada uno de nuestros cuerpos, ese es el punto. En un abrazo puedes decir y sentir tantas cosas, en las cuales no son necesarias las palabras, la energía que emana de la unión de los dos hace que todo sea mágico, es como querer proporcionarle a la persona la mejor de las suertes en su nueva vida.... Hoy por la mañana me dijeron, no estés triste, recuerda que tú eres la fuerte. ¿Yo la fuerte? ¡Nooo!, Es lo que menos soy. Hoy simplemente siento que ya no está.

En fin que un abrazo suyo…
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