"Amor mío, amor mío.

Y la palabra suena en el vacío. Y se está solo".

Vicente Aleixandre.

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miércoles, 25 de enero de 2012

De atardeceres y amaneceres...



Tal vez nunca termine de entender por completo la magnitud que puede implicar un amanecer y un atardecer, posiblemente porque estos van cambiando de sentido conforme una también les va asignando nuevos significados, ya sea por las nuevas circunstancias que te dan una nueva forma de pensar o bien porque se complementa la idea que inicialmente se tuvo.

Sin embargo puedo decir que ESTE amanecer y el posterior atardecer, que no podré mostrar y que sólo pueden quedar grabados en mi mente, y quizás también en mi cuerpo, tuvieron un significado mucho más allá que el sólo paisaje o la experiencia de un ceremonia a la que nunca antes pude asistir, esta vez fue algo sobrecogedor por la simpleza y a la vez la fuerza con la que ambos implantaron en mi ser un imaginario sobre lo que la vida es.

El amanecer, los primeros rayos de luz que te bañan y te dicen: Estás vivo y debes dar las gracias por un día más, un día más de alegrías, sobresaltos, ternura, malos entendidos, complicaciones, un día más de VIDA, esa vida que sólo puede mostrarte que más allá del dolor y los egoísmos es posible continuar y compartirla, hacer de ella no sólo una hoja más dentro de tu bitácora individual sino también percibirla como parte de algo más grande y más importante: parte de una familia. Este amanecer es aprender a apreciar aquello que una vez dijiste NO, es un te perdono y te espero siempre con los brazos abiertos.

Este atardecer, que si bien te dice que el día, con sus complicaciones y experiencias ya termina, significa también, cierto sentimiento de consuelo por saber que ya pronto podrás descansar y sentir el cansancio del cuerpo apoderarse de ti y relajar los músculos para al día siguiente continuar la lucha. Este atardecer implicó que terminas una etapa, muy cierto, pero también el inicio de una nueva con horizontes más amplios y tal vez, caminos nuevos por recorrer, pues están ahí para ti, y si sólo optas por mirar no podrás saber que había más allá, en ese horizonte lejano y a la vez tan cercano que casi lo puedes palpar.

¡¡¡Atardeceres y amaneceres, hagan de mi cuerpo y mi vida su lienzo de mensajes que no puedan ser borrados como la arena por la corriente del agua al pasar sobre ella!!!

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