
Este año me fui
hasta Tenerife donde la euforia, la adrenalina y la alegría contagiada por los
grupos que pasaban por la calle en el desfile de inicio de fiestas fue la que
dejó rastro en mi voz, simplemente con cada uno de ellos los gritos de apoyo,
cantos y aplausos se hicieron sentir, las graderías vibraron con los pasacalles.
Las bandas por su
parte mostraron como nunca que son parte importante del Carnaval y que ellos no
deben ni serán limitados en sus demostraciones, en esta puesta en escena, todos
los músicos mostraron sus destrezas antes de que la fiesta y el alcohol hiciera
de las suyas, y a lo largo del recorrido hicieron retumbar la música en toda la
ciudad.
Ahora sin voz por la
alegría demostrada y compartida en el Carnaval pienso de nuevo en el regreso y
en comenzar mi semana, la voz ya la recuperaré con un poco de miel y limón,
pero en el transcurso de recuperación recordaré cada uno de los momentos
vividos en este Carnaval.
No hay comentarios:
Publicar un comentario